Toda niña (y no tan niña) sueña con ser una princesa y sentirse como una, y en un evento tan importante para la familia como lo es la primera comunión debe estar presente el buen gusto a la hora de elegir el vestido con el que asistirá. A continuación te ofrecemos algunas pautas que puedes seguir para elegir un estilo de vestido acorde a la ocasión.
Si la niña se prueba su vestido, se mira al espejo y sonríe, quiere decir que es la elección correcta. Nunca dejes por fuera su opinión, ya que en última instancia es ella quien lo usará.
Es importante evitar sobrecargar el vestido de comunión. No se trata de un traje de novia, y por ende deben evitarse diseños sofisticados o tejidos ostentosos. Pon de relieve la inocencia de tu niña.
Es una buena idea, complementar el vestido con un cárdigan o algún otro tejido en punto (que no desentone con el conjunto), para cuando haya necesidad de abrigarse. El lazo también es importante y al igual que el resto de los complementos debe ser proporcional y sencillo.
No olvides que debes evitar la sobrecarga de complementos y las asimetrías en el conjunto. Es mejor unos pocos complementos que realcen la frescura de la indumentaria. Evita a toda costa que tu niña parezca un disfraz, después de todo es una comunión, no una fiesta de carnaval. Importante incluir un bonito rosario, es una pieza clave.
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